La denominación de Zona de Montjuïc es aproximativa. Con ella nos referimos a la parte montaña del barrio de la Font de la Guatlla, a la franja mar de Hostafrancs, y a la parte norte del Poble-Sec.
La zona nos interesa porque el proyecto de Cerdà definió en ella varias calles de la cuadrícula del Ensanche, con sus correspondientes manzanas. Aunque al final, por circunstancias diversas, ninguna de ellas terminó de construirse del todo, un estudio de la evolución de la cuadrícula no puede permitirse olvidarlas ni pasarlas por alto. Como veremos, se trata de un conjunto que no está muy bien definido, pues su colección cambia según el plano que consultemos; del mismo modo van variando, según la fuente y la fecha, sus denominaciones. La mayoría de ellas han desaparecido sin dejar rastro alguno, obliteradas por nuevos planes urbanísticos en los que ya no tenían cabida, o vueltas imposibles por la construcción del recinto de la Exposición Internacional de 1929.
Otras, en cambio, subsisten, aunque sea de un modo vestigial, lo que les hace perder el derecho de ser consideradas parte del Ensanche. En cualquier caso, es fascinante seguir la historia de sus mutaciones y desapariciones, que nos introducirá en la perspectiva de las otras Barcelonas, la de las Barcelonas que no vieron la luz porque no pudieron ser, aunque resultasen, durante un tiempo que en ocasiones no fue nada corto, activamente pensadas, imaginadas, dibujadas, discutidas. Deseadas: colmadas de nombres y futuros.
La historia de cualquier ciudad es siempre, también, un inmenso archivo de proyectos olvidados.
Cualquier barcelonés que haya caminado un poco por su propia ciudad confirmará que el ensanche está limitado, a su izquierda, por la calle de Tarragona [12]. Del mismo modo, la avenida del Paral·lel es otro límite (una calle limitánea, en la preciosa expresión de Cerdà): hacia su norte, el Ensanche; hacia su sur, el barrio del Poble-Sec.
Observemos ahora un fragmento del plano de Cerdà de 1959: hemos seleccionado exactamente la misma zona, y hemos señalado en color amarillo la misma zona que en el plano anterior, correspondiente al Ensanche construido en la actualidad.
Salta a la vista: Cerdà planificó muchísimas manzanas, a la izquierda de la actual Tarragona [12], a la izquierda de la actual plaza de España. Muchas de esas manzanas eran irregulares, para adaptarse a las construcciones ya existentes en Hostafrancs, pero otras eran regulares. Son las que nos interesan.
Llaman en primer lugar la atención las cinco manzanas situadas por debajo de la Gran Vía [N]. Encontramos tres inmediatamente debajo, entre Gran Vía [N] y la coordenada O (extensión de la actual Sepúlveda), situadas entre las coordenadas 9, 10, 11 y 12, coordenada esta última donde se encuentra la actual Tarragona [12]. Dos más se encuentran entre la coordenada O y la coordenada P (extensión de la actual Floridablanca), situadas entre las coordenadas 11, 12 y 13 (en 13 está la actual Llança [13]).
Por encima de la Gran Vía [N] encontramos otras manzanas más o menos regulares, situadas todas ellas entre la Gran Vía [N] y la carretera de la Bordeta. La primera fila se sitúa entre la propia Gran Vía [N] y la coordenada M (extensión de la actual Diputació); de derecha a izquierda, encontramos una manzana situada entre 9 y 10, cortada en su esquina superior derecha por la citada carretera, y después cuatro manzanas más, que corresponderían a las numeraciones correlativas, si no fuese que no queda claro del todo si son o no manzanas regulares, pues parecen tener anchuras variables, aunque se adapten a la regularidad en sus alturas. La misma ambiguedad se repite en las manzanas situadas entre la coordenada M y la coordenada Ll (extensión de la actual Consell de Cent).
¿Qué sucedió con todas esas manzanas? ¿Se construyeron? ¿Existen todavía las calles que las delimitaban? Es difícil responder a esa pregunta. De hecho, no se puede responder con un sí o con un no. Hay partes de esas calles, partes de esas manzanas, que sí que fueron construidas. No de todas, de algunas. Es la razón por la cual, cuando uno se pasea por esa parte de la Gran Vía [N], entre la plaza de España y La Campana, tiene la impresión de hallarse, a veces, en el Ensanche, y a veces en otra parte; y, en ocasiones, ambas cosas a la vez. Es como si cada uno de los planes de ordenación que han ido cayendo sobre la zona hubiese ido dejando su rastro, lo que produce una impresión bastante extraña.
El propio Cerdà parece haber renunciado a las manzanas situadas por encima de la Gran Vía [N] en este plano de 1861, mucho menos conocido que el de 1859. Lo hemos centrado en la actual plaza de España.
Es muy similar lo que encontramos en el siguiente plano, firmado en 1867 por el arquitecto municipal, Miquel Garriga i Roca. Al estar centrado en el barrio de Hostafrancs, falta la parte posterior a Tarragona [12], pero las similitudes son evidentes. Es llamativo que la calle número 11 aparezca sin nombre, puesto que en la fecha de elaboración del mapa ya había recibido no uno, sino dos sucesivos: primero Manresa [11], y después Llobregat [11].
El siguiente plano de nuestra selección es de 1878, once años más que el anterior. Esta firmado por el ingeniero municipal (cuya firma resulta ilegible), y podemos encontrar en él unas cuantas variaciones. Ahora hay ocho manzanas, en vez de cinco, por debajo de la Gran Vía [N]. Entre las calles verticales situadas a la izquierda de Tarragona [12], sólo una, la de número 9, exhibe un nombre: Castillejos [9].
Si nos remitimos ahora a la guía titulada Instrucción y guía del guardia municipal de Barcelona, publicada en 1876, encontraremos ya menciones no solo a la calle de Castillejos [9], sino también a las de Méjico [10] y Puigcerdà [11]; el plano anterior es, en este aspecto, incompleto. Se observará también que las extensiones de las calles publicadas en la Instrucción y guía cuadran con el plano de 1867, de Garriga i Roca, y no con este último.
Como vemos, los planos del Ensanche situaban algunas manzanas antes de Tarragona [12], pero lo hacían de una forma algo tímida y desde luego bastante descoordinada: lo único que es común son las cinco manzanas, que se repiten en todos. Eso no quiere decir, desde luego, que no hubiese quienes estuviesen pensando en posibles proyectos para la urbanización de la montaña. El plano que sigue, por ejemplo, es debido a Cerdà, está datado entre 1862 y 1865, y contiene muchos detalles interesantes.
La calle vertical situada más a la derecha es la Gran Vía B de la reforma (la extensión hacia las Atarazanas de la calle de Muntaner [23]), y la siguiente señalada es la Ronda de Sant Pau [20]. Se observan dos calles diagonales, paralelas al Paral·lel: la mediana delimita una serie de manzanas romboidales, desde las atarazanas hasta la actual calle de Manso [R]; en ese punto desaparece, dejando solas a las extremas, que albergan filas de tres manzanas cortadas en sus extremos, pues la distancia horizontal es de dos manzanas. La plaza de España se ha desplazado hasta la intersección de la nueva diagonal con la Gran Vía [N]. La numeración de las manzanas de la cuadrícula continúa más allá de Tarragona [12]: 11, 10, 9, ... Y, lo que lo convierte en más interesante, lo hace también por encima de la Gran Vía [N].
El proyecto de Cerdà para Montjuïc no se llevo a cabo, pero quedan sus planos, para que podamos soñar con esas otras Barcelonas.
En 1884, el Ayuntamiento, que deseaba planificar la urbanización del barrio de la Fransa, sacó a subasta, como labor preliminar imprescindible, los trabajos de levantamiento de un plano topográfico de la zona.
[Se aprueba otro dictamen], proponiendo que se proceda al levantamiento de un plano topográfico de los terrenos de la Fransa, sacándose á subasta los trabajos referentes al levantamiento de dicho plano.
Ajuntament de Barcelona. Llibre d'Actes del Consell Plenari 1884. Anual, Vol. 1, sesión del 18 de marzo de 1884, f. 112, p. 341 [AMCB A134 66-1884].
La subasta aparece publicada con fecha de 21 de marzo en el Boletín Oficial de la Provincia de Barcelona.[1]
En virtud del acuerdo adoptado por este Excmo. Ayuntamiento, en consistorio del día 18 de los corrientes, se anuncia la subasta relativa a los trabajos necesarios para el levantamiento del plano topográfico de la barriada conocida con el nombre de la «Fransa» y zona inmediata de la ladera de Montjuich, cuya subasta tendrá lugar el día 25 de abril próximo venidero, á las once de la mañana [...].
Barcelona 21 de Marzo de 1884. —
Boletin Oficial de la Provincia de Barcelona, 1884, núm. 75, 25 de Marzo de 1884, p. 3.
La subasta fue ganada por el maestro de obras Salvador Vigo, que entregó un año más tarde, el 10 de marzo de 1885, su Plano topográfico de la barriada conocida con el nombre de La Fransa y zona inmediata de la ladera de Montjuich. En él puede distinguirse otra versión de la calle de Castillejos [9] que, en este caso, vuelve a tener tan sólo una manzana de extensión, desde la Gran Vía [N] hasta la calle de Sepúlveda [O], como en el plano de Cerdà de 1861, el de Garriga i Roca de 1867, y la Instrucción y guía.
En la versión de Vigo, se ha vuelto a las cinco manzanas por debajo de la Gran Vía [N], en vez de ocho; además, apafrecen los nombres de las calles de Méjico [10] y de Puigcerdá [11], que delimitan manzanas perfectas.
El 1 de junio de 1886, y contando ya con el plano de Salvador Vigo, el Ayuntamiento aprobó las bases para un concurso público de urbanización de la barriada de la Fransa.
[Se aprueba otro dictamen], proponiendo la aprobación de unas Bases para un concurso público sobre el Proyecto de urbanizacion de la barriada de la Fransa y terrenos inmediatos de la montaña de Montjuich.
Ajuntament de Barcelona. Llibre d'Actes del Consell Plenari 1886. Anual. Vol. 2, f. 258, p. 680, sesión del 1 de junio de 1886 [AMCB A134 68-1886].
Al concurso concurrieron Josep Amargós, el propio Vigo y otros; el ganador fue Amargós. Los planos de Amargós fueron aceptados por el ayuntamiento el 10 de julio de 1890, mientras que su aprobación definitiva se produjo el 19 de febrero de 1891.
[Se aprueba otro dictamen], proponiendo, asimismo, la aprobación del proyecto general de "La Fransa" y ladera inmediata de la montaña de Montjuich, redactado en virtud de concurso público por el Arquitecto D. José Amargós, mediante las modificaciones que se espresan en el dictámen.
Ajuntament de Barcelona. Llibre d'Actes del Consell Plenari 1891. Primer semestre, vol. 1, f. 126, p. 393, sesión del 19 de febrero de 1891 [AMCB A134 78-1891].
El proyecto estaba basado en un plano de Amargós fechado el 31 de mayo de 1890. Lo examinaremos, después de rotarlo, para que coincida con la orientación habitual: vamos a encontrar en él una serie de detalles que nos interesarán mucho.
Lo primero que salta a la vista si observamos el plano con detenimiento, es que las manzanas proyectadas por Amargós mantienen con sus vecinas, las manzanas del Ensanche, una relación entera, a partir de la prolongación de Sepúlveda [O] y hacia abajo: en efecto, por cada dos manzanas del Ensanche encontramos exactamente tres de Amargós. Amargós parece haber proyectado una especie de mini-ensanche, una especie de Ensanche reducido, donde las manzanas siguen siendo cuadradas, pero son más pequeñas, y la mayoría de las calles son también más estrechas.
Las manzanas situadas entre Gran Vía [N] y Sepúlveda [O] son una excepción a esta regla, ya que son ligeramente alargadas; a algunas de ellas les falta un pedazo por arriba, para poder albergar la plaza en el cruce de Gran Vía [N] con el Paralelo.
La mayoría de las calles son más estrechas, pero no todas. La relación entera hace que una de cada dos calles del Ensanche se prolongue ahora en la Fransa. Una es Sepúlveda [O]; la siguiente será Tamarit [Q], que se prolonga, en el proyecto, con su anchura del Ensanche, de veinte metros. También se prolonga hacia abajo la calle de Tarragona [12], otra vez con veinte metros, de modo que en la intersección de las dos encontramos una bonita plaza en forma de rombo, la plaza de Atenas. Tarragona [12] continúa hasta una gran plaza, a la altura aproximada de Marqués de Campo Sagrado [T], y Tamarit [Q] también continúa hacia la izquierda, un poco más allá de Méjico [10] (para ser precisos, hasta el nuevo trazado de Castillejos).
También se prolonga Parlamento [S], situada dos calles más allá de Tamarit [Q], pero ya no atraviesa el barrio entero.
Para poder referirnos a las calles sin tener que usar las letras y números que les había asignado Amargós, podemos usar el plano incluido como apéndice Nº 1 (b) en las ordenanzas municipales y aprobado el 13 de enero de 1981. Dicho plano, basado en uno anterior de Josep Maria Serra i Pujals, está «formado por las secciones facultativas de esta Corporación», e incluye la nomenclatura para las nuevas calles proyectadas en la Fransa, a pesar de que, técnicamente, el proyecto no se había aprobado todavía.
Contando con los nuevos nombres, podemos ya referirnos con facilidad a las calles. Así, por ejemplo, la número 11 (Puigcerdá) desaparece, substituida por dos nuevas calles (Tortosa y Reus; de hecho, la denominación «Puigcerdá» se conserva, pero ahora para referirse a una calle inclinada situada a la derecha de la prolongación de Tarragona), pero en cambio la calle de Méjico [10] se mantiene en su lugar. En cuanto a Castillejos [9], ha cambiado de sitio (razón por la cual deja de ser una calle del Ensanche), mientras que Cuenca, separada de la anterior por una doble manzana, mantiene la posición de la calle número 8.
Para hablar con propiedad, varias calles del Ensanche dejan de existir en el momento mismo en que es aprobado el proyecto de Amargós. En particular, la calles número 9, 10 y 11. Nunca pasaron de ser un proyecto. Existieron, en ese estado, desde 1859, año en el que hicieron su primera aparición en el plano de Cerdà, hasta 1891, año de la aprobación del proyecto de Amargós. Castillejos [9] no se abrió, pero Méjico [10] sí, aunque no con la anchura requerida. Puigcerdá [11] ya estaba perdida, pero pasó a estarlo doblemente cuando se aprobó la Exposición Internacional, cuya recinto ocuparía completamente su antiguo trazado.
La calle de Cuenca es especial. Nunca pretendió ser del Ensanche, ya que aparece por primera vez en los planos con la aprobación del plan Amargós, pero debido a las propiedades geométricas de la ordenación propuesta, está exactamente donde debería haber estado la calle número 8. A su izquierda aparecía un parque, pero con el tiempo se construyeron edificaciones; sin embargo, a pesar del tiempo transcurrido y de todas las modificaciones urbanísiticas experimentadas por la zona, el lado Besós de la actual Santa Dorotea está exactamente donde debería estar para ser del Ensanche (no sucede lo mismo con el lado Llobregat de la calle por la sencilla razón de que Santa Dorotea tiene sólo doce metros de ancho, en vez de veinte).
Hay una calle más, que tampoco pretendió ser nunca del Ensanche, sino que, por lo que parece, simplemente se encontraba ahí, en el lugar correcto, como por casualidad, lo que, por otra parte, no deja de resultar sorprendente. Nos referimos a la calle de San Pedro de Abanto, levísimamente inclinada y demasiado estrecha para aspirar a ser del Ensanche, pero situada, aparte de esos detalles, con una exactitud casi perfecta.
El 27 de junio de 1913 se aprueba una Real orden autorizando la celebración de una Exposición internacional de industrias eléctricas en Barcelona. La fecha de celebración de la exposición fue demorándose, debido al estallido de la Primera Guerra Mundial, entre otros acontecimientos; el nombre fue también variando, hasta convertirse en la Exposición Internacional de Barcelona de 1929. Del mismo 1913 es el siguiente plano, que ya incluye, en la montaña de Montjuïc, un espacio para la Exposición.
En 1929 se imprime este plano, editado por el Servicio del Plano de la Ciudad, en el que podemos apreciar la forma del recinto y la ubicación de los palacios de la Exposición.
Tarragona [12] pierde definitivamente no sólo el tramo original, proyectado por Cerdà y comprendido entre Gran Via [N] y Floridablanca [P], sino su extensión hacia el mar, debida al plan Amargós, que debía llevarla hasta la altura de Marqués de Campo Sagrado [T]. Del mismo modo queda limitada la extensión de Tamarit [T], que ahora empieza en Lérida, aunque el tramo Lérida-Paralelo no nos interese para nuestro estudio.
La amputación ha dejado secuelas, pues Tamarit [T] exhibe una especie de manzanas fantasma: cuando nos situamos en el cruce de Tamarit [T] con Lleida, nos puede llamar la atención que la numeración de la primera empiece por 73 en los impares y 68 en los pares; con toda probabilidad, se trata de un resto de la época en la que se creía que la calle se internaría mucho más en Montjuïc, atravesando la plaza de Atenas. Algo similar sucede con la calle de Tarragona [12], también truncada.
¿Y la gran plaza del primer proyecto de Josep Amargós, situada al final de la calle de ronda, donde convergía también la parte mar de Tarragona [12], y de la que partían, radialmente, las calles dirigidas hacia el Ensanche? Ha perdido su sentido, claro. Pero la pasión geométrica de los arquitectos no ha podido resistirse a marcar el lugar donde debería haber estado: nos han dejado ahí, como un recordatorio, la fuente del paseo de Santa Madrona.
El efecto acumulado de todas estas transformaciones en la zona que estamos estudiando es fascinante. Antes de entrar en el detalle de su comentario, pediremos al lector que contemple con detenimiento la siguiente figura: está elaborada a partir de una captura del PiuBCN, que hemos rotado para que adquiera la orientación habitual en los planos de Barcelona. A partir de ahí, hemos delimitado un conjunto de seis manzanas, las situadas entre Llança [13], Diputació [M], Rocafort [16] y Sepúlveda [O], y hemos trasladado hacia la izquierda ese rectángulo dos veces, distinguiendo en cada caso la extensión de las manzanas y de las calles (un pixel de la imagen representa menos de un metro).
Una consideración atenta del plano nos permite observar lo siguiente:
Determinados planos que se encuentran en este artículo pueden no aparecer en la siguiente lista mientras terminamos de completar algunas migraciones.
(1) | Plano de Barcelona y sus alrededores con los proyectos de urbanización y reforma (1913) [CEC-ICGC RC2658]. url: https://cartotecadigital.icgc.cat/digital/collection/fonscec/id/345/ ↩ |
(2) | (Firma ilegible del ingeniero municipal). Plano de Barcelona dividido en distritos y barrios aprobado en sesión de 31 de octubre de 1878 (06/11/1878) [ICGC RM.2291]. url: https://cartotecadigital.icgc.cat/digital/collection/catalunya/id/1600/ ↩ |
(3) | Josep Amargós i Samaranch. Urbanización de La Fransa. Plano general (31/05/1890) [AMCB Q177 3 R6568]. url: https://catalegarxiumunicipal.bcn.cat/ms-opac/permalink/1@1387543 ↩ |
(4) | Ildefons Cerdà i Sunyer. [Plànol de l'Eixample amb el traçat definitiu de la xarxa viària] (1861) [AHCB 16750]. url: https://catalegarxiumunicipal.bcn.cat/ms-opac/permalink/1@590074 ↩ |
(5) | Ildefons Cerdà i Sunyer. [Projecte d'urbanització de Montjuïc] (1862–65) [AHCB 22792]. url: https://catalegarxiumunicipal.bcn.cat/ms-opac/permalink/1@590080 ↩ |
(6) | Ildefons Cerdà i Sunyer y Pere Roca. Plano de los alrededores de la ciudad de Barcelona y proyecto de su reforma y ensanche (abril de 1861) [ICGC RM.267960]. url: https://cartotecadigital.icgc.cat/digital/collection/catalunya/id/1804/ ↩ |
(7) | Miquel Garriga i Roca. [Eixample]. Distrito 4º Hostafranchs (03/06/1867) [AHCB 25109 (11)]. url: https://catalegarxiumunicipal.bcn.cat/ms-opac/permalink/1@549894 ↩ |
(8) | Vicenç Martorell i Portas. Barcelona. Año 1929. Plano parcelario (1929) [AHCB 19837]. url: https://catalegarxiumunicipal.bcn.cat/ms-opac/permalink/1@645387 ↩ |
(9) | Josep Maria Serra i Pujalt. Ordenanzas Municipales. Apéndice nº 1 (b). Plano del término municipal de Barcelona (1891) [ICGC RM.160343]. url: https://cartotecadigital.icgc.cat/digital/collection/catalunya/id/2352/ ↩ |
(10) | Salvador Vigo de Soler. Plano topográfico de la barriada conocida con el nombre de La Fransa y zona inmediata de la ladera de Montjuich (10/03/1885) [ICGC RM.2906]. url: https://cartotecadigital.icgc.cat/digital/collection/catalunya/id/2256/ ↩ |
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