Seminario activo desde el año 2000 hasta el 2005 [Información histórica]
Este seminario se ocupará de la problemática grupal ligada a los enfoques psicoanalítico e institucional. Ardua problemática, pues ha estado llena de sobrentendidos, es decir, de reales y potenciales malentendidos. Éstos han sido de varios tipos y subtipos casi todos atravesados por el sentido común y el buen sentido que Descartes, aseguraba, con la facilidad que lo caracterizaba, que era “lo mejor repartido”. Aquí trataremos de desmentir esa discutible evidencia. Vamos por partes.
A menudo se afirma que el psicoanálisis tiene poco y nada, más bien nada, que ver con los grupos. Esto es una verdad a medias. Si se entiende por grupos esos repertorios empíricos de gente que vemos agrupada, compartiendo la mesa de un bar, escuchando una conferencia, etc., estaríamos en lo cierto. Eso no designa un grupo sino una agrupación de personas reunida con un cierto fin. Pero, carece de muchos elementos como para ser considerada grupos a secas. Otra cosa es que el lenguaje coloquial los mencioné como tales. Siguiendo por ese rumbo vemos que los grupos tampoco pueden confundirse con la grupalidad, la cual requiere un trabajo conceptual aparte.
Y, para terminar con esta apretada síntesis de las diferencias a tener en cuenta -las desplegaremos durante el seminario- podemos afirmar, y lo hemos explicitado en diversos textos, que el psicoanálisis se ha ocupado tanto de los grupos, su composición, sus reglas de pertinencia y pertenencia, su formación específica, etc., como de la grupalidad desde diversos planos de abordaje. Valga el ejemplo de Psicología de las masas y análisis del yo para probarlo.
Ahora bien, que diversas escuelas y corrientes hayan dejado de lado este ensayo de Freud o se hayan ocupado parcialmente de él, ignorando lo principal de su elaboración, es un problema que a las mismas les toca solucionar. Por nuestra parte hemos desarrollado una extensa perspectiva sobre el particular. Concluyendo con este aspecto se puede afirmar y demostrar que el psicoanálisis tiene una férrea conexión con las operaciones grupales y con su conceptuación sobre la grupalidad.
Otro tanto ocurre con la cuestión institucional. El psicoanálisis no la ha investigado a fondo, sino que ha extrapolado sus esquemas y categorías de análisis a los complicados fenómenos institucionales. Hasta tal grado que todavía en la actualidad, al igual que los grupologos, siguen homologando un establecimiento y una institución. Lo que el lenguaje cotidiano iguala en sus comunicaciones, la labor conceptual, en cambio, señala las inigualables diferencias que puede haber en juego. Un establecimiento cualquiera –escuela, hospital, ministerio, etc., no es una institución, sino la base funcional y organizacional de la misma. La institución en los distintos casos es lo que cada una instituye, sea un plan de salud, educación o de política laboral0.
Algo similar ocurre con la corriente grupalista. Es común, hay más ejemplos de lo recomendable, que centren el eje de su comprensión e intervención en el antagonismo entre grupo e institución. La confusión sigue el camino de la anterior. Cierto que no son equivalentes ni complementarias, pero, tienen una base común: el franco desconocimiento y supuesto saber acerca de lo que implica una institución, que mantiene una diferencia absoluta con los emprendimientos que corrientemente llevan el nombre de “institución”.
En el seminario se tratará de discriminar cuando un grupo tiene como referencia una teoría, métodos u operaciones consistentes (el psicoanálisis, la dinámica de grupos, el método progresivo-regresivo, las precisas operaciones de “puesta en límite”, de “interferencia” o “defusión” institucionales, etc.) o carece de ellas, recurriendo a simples enunciados o utilizando tal o cual modalidad grupal como instrumento, herramienta o dispositivo ocasional con una expresa intención ecléctica. Los recursos, así como sus implementaciones son tan numerosos como válidos. Pero la validez, que no será olvidada durante el transcurso del seminario, requiere otros parámetros y una dimensión que es necesario explicitar claramente: son huecas las operaciones, recursos grupales, enfoques institucionales y un horizonte psicoanalítico sin una ética que les sirva de sustento.
La bibliografía será dada, siendo explicado su sentido y selección pertinentes, como parte del seminario. Ésta será la mínima exigencia para formar parte del mismo.