Comprobar una y otra vez si está cerrado el gas o apagadas todas las luces. Lavarse las manos compulsivamente por temor a algún contagio. Pensar repetidamente que algo catastrófico va a ocurrir. Sentir el impulso irrefrenable de hacer algo, aun sabiendo que resulta estúpido e inútil. Sufrir la compulsión a realizar alguna acción de manera sistemática, como si fuera un ritual. Tener sentimientos incontrolables de culpa, de verificación, obsesión por el orden y la limpieza. Padecer angustia o ansiedad si no se llevan a cabo las acciones calmantes. Esta es una descripción más o menos completa de los síntomas que conforman una neurosis obsesiva. ¿Qué se esconde detrás de todo ello?
Mediante una terapia psicoanalítica podemos llegar a conocer las causas de esta afección, y reducir así el malestar que provoca y que limita la vida cotidiana del que la padece.