Necesario para la vida, ya que permite procesos de adaptación al entorno, el estrés también puede ser un problema, especialmente si se cronifica. El estrés psíquico, producido por una tensión prolongada, desborda en síntomas que pueden anclar en el cuerpo o derivar en malestares psicológicos.

Si bien su aparición se suele relacionar con factores externos, el psicoanálisis concibe la causa del estrés como algo que no es ajeno a procesos internos de quien lo padece. La ausencia de elaboración sobre ciertos aspectos de la vida cotidiana, asuntos en los que la persona afectada de estrés no puede ni siquiera pensar o que ella misma desconoce por ser inconscientes, pueden generar un cuadro de ansiedad generalizada e intolerancia a la incertidumbre, y derivar en síntomas corporales como tensión muscular, dolor articular, migrañas, hipertensión y otros.

Una terapia psicoanalítica permite elaborar esas problemáticas, propiciarles un modo de expresión y facilitar así que la persona estresada pueda rebajar los niveles de tensión que la llevaron a enfermar.